El exjefe de la Policía Nacional, el general retirado Guillermo Guzmán Fermín, manifestó este martes que busca un espacio en la Dirección Política de la Fuerza del Pueblo (FP), no por ambición personal, sino con el propósito de aportar su experiencia y contribuir al fortalecimiento de la organización que lidera el expresidente Leonel Fernández.
Durante una entrevista en el programa El Sol de la Mañana, Guzmán Fermín sostuvo que este órgano partidario funciona como “un cerebro colectivo” encargado de diseñar estrategias para conquistar y mantener el poder.
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“Yo aspiro a esa posición para aportar con mi capacidad, con mi experiencia de Estado, con mis conocimientos y así fortalecer la musculatura de la Fuerza del Pueblo, para ser opción real de poder y llevar al presidente Leonel Fernández nuevamente a la Presidencia de la República”, expresó.
Fachada de la Casa de la Fuerza del Pueblo. Foto/fuente externa
Perfil de los aspirantes
El exjefe policial consideró que quienes aspiren a la Dirección Política deben ser leales al partido y a su líder, como base de la cohesión interna, tener capacidad profesional, que permita conectar con la sociedad y ofrecer soluciones reales y condiciones éticas y personales, capaces de generar confianza y seguridad en el electorado.
A su juicio, las elecciones modernas no se ganan únicamente con lemas, caravanas o banderas, sino con dirigentes que proyecten credibilidad.
“Si solo se elige a personas por lealtades personales, sin tomar en cuenta su perfil y experiencia, eso puede afectar la credibilidad del partido y debilitar su sostenibilidad electoral”, advirtió.
En ese sentido, el aspirante externó que la dirección política, que es el cerebro de un partido político, debe llevar los mejores jugadores.
«La Fuerza del Pueblo es un partido vivo. Hay un dinamismo, hay una movilidad entusiasta de los compañeros» dijo, agregando que los candidatos que tiene la Fuerza del Pueblo «son buenos, muy preparados, con condiciones».
Un “gabinete en la sombra”
Guzmán Fermín definió la Dirección Política como una especie de “mini Estado” o un “gabinete en la sombra”, que debe contar con dirigentes experimentados y capaces de interpretar las demandas de la población para transformarlas en propuestas de gobierno.
“Las elecciones se ganan con confianza y seguridad. Ese es el reto que tiene la Fuerza del Pueblo y es a lo que quiero aportar desde la Dirección Política”, concluyó.